Me llamo Emilio y he conseguido algo maravilloso; hacer de mi hobbie mi profesión. Tras estudiar Bellas Artes en La LLotja, una reconocida escuela de Artes de Barcelona, descubrí que podía crear otro tipo de arte por aquel entonces poco reconocido, algo más personal y de trato directo con el cliente; plasmar sus filosofías, sus sueños o simplemente el recuerdo de un ser querido o de una noche loca me ha permitido un crecimiento profesional y personal sin parangón.
De eso hace ya la friolera de 20 años durante los cuales he ido poco a poco aprendiendo y mejorando esta maravillosa profesión que se ha convertido en mi forma de vida. Nunca fue un camino de rosas y la mayor parte del tiempo experimenté tercamente el ensayo-error.
En los inicios compaginaba mi afición por el mundo del tatuaje con oficios que me ofrecían un sustento para vivir, hasta que un día descubrí la importante lección que supone la posibilidad de dedicarte a aquello que amas sin importar más que un beneficio económico; la satisfacción de hacer lo que más me gustaba.
Nos tiramos más de la mitad de nuestras vidas trabajando, así que opté por hacer algo que por las mañanas moviera mi cuerpo y mi mente para dedicarme por completo a mi pasión.
Llegó entonces el momento en el que por fin decidí crear mi propio estudio en la ciudad costera de Sitges, y que a día de hoy me enorgullece seguir al timón de este modesto barco llamado: Memento Vivere Tattoo.